Juegas con mi nombre. No soy. No quiero ser. Quiero practicar en vos una lluvia mezquina, pero intensa. Y tener nada, cuando lo haya tenido todo…
Sonreírte, aunque no desees ver mi sonrisa. Y abrazarte, aunque no desees nuestro abrazo. Porque sos lo que más quiero, y no quiero alcanzarte; sólo rozarte, sólo sentirte.
El tiempo nos separa y tu mirada lo confirma. Tal vez nunca juguemos a mojarnos la piel. Yo espero silenciosa que la brisa nos acerque. Y que seamos la insolencia que solemos criticar. Aberrados, esculpidos, de espaldas al acto esperando el amanecer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario