"...esta mañana, a las ocho y cuarto, cuando salí del hotel Printania para ir a la biblioteca, quise levantar un papel que había en el suelo y no pude. eso es todo, y ni siquiera es un acontecimiento. sí, pero para decir toda la verdad, me impresionó profundamente: pensé que ya no era libre... "
miércoles, 7 de noviembre de 2007
Noche de poetas
Otra vez la angustia. Otra vez soy un río de lágrimas. Un océano. Un mundo que se desvanece tiritando y sangrando. Escupiendo mis heridas, que se develan innobles, presumidas, que se perpetúan a través del tiempo. Delirios colosales de envolverme siempre en la más absurda tristeza. Otra vez el vacío. Otra vez tu nombre esculpido con destellos de emperador. El mundo descansa en tu cuerpo. Mi llanto ahoga mares de utopías. ¿Cómo dejar atrás el pasado que vuelve constante en aberración al presente? Y pervierte la armonía que no puedo asegurar. Y llama, y nombra, y castiga. El delito fue sentarme a tu lado a mirar el sol de noche. La marea intermitente y la inocencia mensurable. No podré decir olvido hasta que mi memoria no devenga en cementerio. Y sin embargo, aún, me forzaré a recordarte. Tus efectos adictivos socavaron mi reputación. Mi dignidad. Mi dinastía. Eres el hombre que mis lágrimas añoran. La fe atea que el silencio legitima. La virtuosidad sin virtud y el fantasma visceral. Otra vez en el río del mezquino. Otra vez en la noche de poetas.
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