lunes, 28 de julio de 2008

La disyunción

Rencor
o remordimiento.
El alba clavada en mis ojos,
se predica el ser elemental
poblado de falencias
de retrógrados
de bicéfalos,

así, él, abraza la aporía
y lo oneroso de sus palabras
me atrae al silencio.

Entonces
si hace ruido
se lo come la noche.

sábado, 26 de julio de 2008

Asolada

¿Quieres dejar que la noche
se devore la poesía?

Entonces
su rostro se llenó de versos
y el alarido era el matiz
que deslumbraba la rima

como asolada
volvió su discurso al metro
y se llenó de soledad.

martes, 22 de julio de 2008

El peso

De repente
el mundo
silenció la poesía.
M, fallecido.
Entonces
parecía llamarme su voz
y su destino grisáceo
se fundía con el aire.
Tan sólo era el recuerdo
tan sólo era reivindicable
en la memoria,
persistía
como la lluvia
que juega
a no agotarse hasta el alba.
Y dos
volvió
a ser
uno.

jueves, 10 de julio de 2008

Intemperie

Decrecen las palabras
y el silencio hegemoniza la ciudad mezquina.
Tu rostro se escinde,
te agrava la ausencia.
El dios de los rebeldes sale a masticar
y el sol se suicida.
Plenitud de abandono.
Infinidad de abandono.
El llamado a la existencia más sagrada;
sentencia de soledades por doquier
arrasan
sobre los espacios de la densidad.
No es sólo un juego de palabras:
es un ritual al lenguaje.
La sombra de tu ausencia,
la sombra de tu nombre,
la sombra de la sombra que sos.
Como espinas
tus designios desgarran
mi monumental intemperie.
Y el verso te pronuncia
–delirante deliberación–
elegido.
Ahora sos el poema que no se escribe
tiritando.
Ahora sos el pájaro vanidoso que no seduce
en su nido.
Ahora sos la ausencia de una presencia
irremediablemente desgastada.
Y el suicidio.
Y la libertad.