martes, 29 de noviembre de 2011

una necesidad absurda
de alojarse
en lo que ya no apasiona
en lo que no nace

ese río me devolvió
la visión de un Heráclito revolucionario:
aguas fluyen, otras y otras
 
y sin embargo

yo no fluyo
yo me arrastro por la que fui

miércoles, 14 de septiembre de 2011

A decir verdad, soy una amante muy exigente, por más que no siempre lo reconozca.
He sido la inocencia, la libertina, y luego la inocencia desesperada. Quizás deba dejar de leer a Hegel. Lo cierto es que tras haber pasado por el libertinaje, el regreso al amor inocente conlleva una cuota de desesperación, una cuota del no-perderlo-jamás. Y haber sido la más laxa de todas las mujeres, supone la posterior pretensión de exclusividad, de cuidado extremo. Eso que no supimos conseguir. Que nooooo suupiiiimoossssss connnnseeeeeguiiiiiiirrrrrr.
Otrora un espejo infinito, un vaso vacío, un profundo silencio. Al fin encontrarse ser-siendo-en-un-otro-que-yo, y lastimarse hasta la médula en nombre del monopolio usufructuado del amor. Yo anuncio, yo denuncio, yo renuncio... yo, muerte temprana.
Para que no se diga nunca que fui la espada y no la piedra, puedo seguir hablando de mí. Pero hablaré del-otro-que-yo. Una víctima victimizada victimiza las palabras suyas, las mías, las que no pertenecen al lenguaje. ¿Sinónimos de estación? Correcto: primavera. Érase la primavera de las flores disecadas y las mariposas en celo que morían al borde de su virginidad. El aire anunciaba la tragedia; las flores anunciaban la tragedia; las mariposas anunciaban la tragedia. Todo desencadenó en un sentido trágico de la exigencia exigente del haberme-cuidado-más. Una poderosa soberbia ponía fin a la noche del amor y daba comienzo al desamor de la noche.

martes, 21 de junio de 2011

ya nadie acariciará las manos
del inocente en forma de espera

nocturno y doblegado por la noche
como nosotros
los que quisimos saber jugar
el juego que no conocimos

la noche se muere con él adentro

jueves, 14 de abril de 2011

En la noche
hay un cuerpo mudo que tiembla,
seducido por el sucederse de colores
cada vez más grises

su mudez
halla una expresión cíclica en el recuerdo
y espera atreverse a imaginar
los presagios de la infancia

otro cuerpo
también mudo
también tiembla

alguien sanará. Alguien no sanará.

sábado, 2 de abril de 2011

esto es lo que hay:
una mujer llorando
y un amor silencioso como un muro.

domingo, 20 de marzo de 2011

lo que hay en la sombra
lo que la habita
es esa necesidad
a rumor incierto
a grito indeterminado

y cuando hay caos
una voz que brota de mí
te prohíbe el exilio


dejarme sola así,
no tiene nombre.

lunes, 7 de febrero de 2011

en el lugar
donde cabe la palabra
que no puedo decir,
mi voracidad animal
revestida del sabor de la miel,
es decir,
mi cuerpo verborrágico,
se expresa

así,
en el ritual mudo
puedo oír la palabra inefable,

y estar toda entregada,
y ser toda ofrenda

viernes, 21 de enero de 2011

hubo el hombre superlativo
y hubo Descartes
y el sonidito exacto del
no-caberse-en-el-cuerpo

hubo el es muss sein
y el pudo ser pero no ha sido

lunes, 3 de enero de 2011

Para todo lo que no hay
para todo lo que no habita

un río insatisfecho de aguas danzantes
y diacrónicas

una lógica retrógrada
un ausencia retrógrada

una sola soledad
una herida hiriente

una palabra que dice
lo que no significa

Caótica Gisela,
esa manía de vivir...

esa constancia de hacer vivir
lo que no hay
lo que no habita.